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: ITFIPVIRTUAL Rev. Electrónica INVESTIG. TECNOL.EDUC. (En línea) ISSN: 2539-2506 (En linea) - Vol. I Num. 2. - Diciembre 2017
procesos de enseñanza y aprendizaje desde una
visión más holística, donde la realidad sea vista
como un todo y no como la unión de las partes,
es allí donde se propone analizar la teoría del
pensamiento complejo de Edgar Morin cuyo
principal enfoque es que cualquier elemento del
mundo no es un objeto aislado, pues es parte de
un sistema mayor que lo contiene y al existir
otros objetos en dicho sistema se da la
interacción constante entre los mismos y la
dinámica del sistema en sí (Pereira Chaves,
2010). Teniendo en cuenta este postulado se
evidencia la clara contraposición con el
paradigma positivista hasta ahora adoptado por
la mayoría de escuelas colombianas , pues
mientras la mayoría de escuelas fragmentan los
saberes con consecuencias dañinas en
palabras de Morin, con el debilitamiento de la
percepción de globalidad y por tanto se vuelve
imperceptible la responsabilidad en valores
como la solidaridad de los seres humanos con el
medio que lo rodea (Morin, 1998).
Cuando los estudiantes están
sometidos al paradigma fragmentario y se
consideren a si mismos como sujetos aislados,
no les será fácil reflexionar sobre sus vínculos
con las demás personas de su comunidad, dicho
de otra manera, no les será sencillo pensar
atenta y detenidamente sobre su verdadera
relevancia como parte de un sistema más
general, como lo es la sociedad, el planeta e,
incluso, el universo. Éste es un problema que
estaba oculto a la realidad académica, pero que
permea cada uno de los actos sociales y por
tanto posee consecuencias que pueden ser
sumamente perjudiciales (Pereira Chaves,
2010).
Una palabra ha trascendido de lo
empresarial a lo educativo y son las
denominadas competencias y aunque es un
término como ya se dijo con nacimiento en la
empresa, actualmente se utiliza mucho en el
campo educativo, en el cual, a través del tiempo
se ha ido construyendo su concepto, pero hasta
este momento no es único ni totalmente
aceptado. Se partió de definiciones tan sencillas
como la de pardo en 1999 quien afirmaba que un
estudiante es competente cuando sabe hacer en
contexto, es decir el aprendiente desarrolla un
conjunto de actividades en un contexto en
particular, real o figurado, y que cumple con las
exigencias específicas para solucionar
problemáticas del mismo; hasta una concepción
mucho más elaborada como es la de Tobón
(2005) quien asegura que las competencias son
procesos complejos de desempeños con
idoneidad en determinados contextos y teniendo
como base la responsabilidad (Tobón, Rial
Sánchez, Carretero, & García, 2006).
Si la necesidad de la sociedad del
aprendizaje en los inicios del siglo XXI, es que
los seres humanos desarrollen competencias en
cuanto a saber ser, saber conocer y saber hacer,
entonces ¿Por qué razón se pretende que los
estudiantes colombianos del siglo XXI las
desarrollen a partir de un currículo fragmentado
por áreas del conocimiento y fundamentado en
la era industrial?, ¿En manos de quien esta dar
el primer paso? y dejar de lado acciones como
continuar “dictando” clases para convertir a los
docentes en verdaderos coach para los niños y
jóvenes, donde a partir de la ética y de un
currículo articulado con la realidad fuera de los
muros de la escuela los estudiantes reflexionen
sobre su quehacer diario y el cómo sus
decisiones afectan, no solo a él sino a su
entorno.
Con todo lo anterior una posibilidad
para que los estudiantes desarrollen
competencias es el denominado Aprendizaje
basado en proyectos, donde los estudiantes
desde la inerdisciplinariedad a largo plazo y
trabajando en equipo analizan, planean,
desarrollan y evalúan proyectos para impactar
en el mundo real y que va más allá del aula de
clase; de esta manera se busca entre otros
aspectos: integrar diversas áreas del
conocimiento, desarrollar relaciones de trabajo
en equipo interactuando con diversas personas,
incentivar la capacidad de investigación y desde
la didáctica proveer una metodología donde los
estudiantes adquieran aprendizajes
significativos de una manera eficaz y
contextualizada ( Galeana de la O., 2014).
Tal y como se expresó al inicio, con
este texto se busca que las personas que hacen
parte del sistema educativo inicien una reflexión
frente a los procesos que ocurren en las aulas de
clase, la cual es vista como el escenario donde
se atiende a los niños y jóvenes colombianos
escolarizados, se busca abrir una ventana para
las escuelas y en particular para los docentes,
vistos como los lideres naturales del proceso
educativo, donde los currículos no fragmenten
los aprendizajes, por el contrario, la escuela
pueda impactar en lo que ocurre fuera de ella a
través de un currículo pertinente y
contextualizado temporal y geográficamente.
Referncias
Galeana de la O., L. (2014). APRENDIZAJE
BASADO EN PROYECTOS. Obtenido
de
http://ceupromed.ucol.mx/revista/PdfAr
t/1/27.pdf
Morin, E. (1998). Introducción al pensamiento
complejo.
Morrison, G. (2005). Educación infantil. 60.
Paula, L. (2014). La educación como parte de
un sistema. Obtenido de
http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/p
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Pereira Chaves, J. (2010). Consideraciones
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Edgar Morin, en la educación.
Obtenido de
http://www.redalyc.org/pdf/1941/19411
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Quesada Alpízar, J. (2007). Didáctica De Las
Ciencias Experimentales. 34.